domingo, 27 de marzo de 2011

Con los ojos cerrados.

Sale el sol, siento el calor en mi cuerpo. El barullo de la calle me acerca al silencio de mi ser. Las burbujas de la bañera me acompañan hoy com manzanilla, romero y lavanda. Con los ojos cerrados me sumergo en el agua, ahí donde mi pecho reluce con cicatriz, ahí donde el lapiz dibuja mi equilibrio. No tengo goma que la borre, ni quiero, forma ya parte de mi vida. Con los ojos cerrados busco mis virutas perfumadas que junto a mi blonda terciopelada sacian mi cuerpo, y me predisponen a acercarme a los dioses . Hoy salgo de nuevo a compartir mis emociones, aquellas que son mias y salen solo de mi misma, escuchando y comprendiendo las de los demás y por mi parte, sin petulancia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh, ¡qué bien! Disfrútalo mucho, mucho! Esa sensación que describes también la experimento yo cuando me sumerjo en un baño de bienestar, las más veces que las menos.

Besos de bienestares varios,

Amber

María dijo...

Hola Amber, encantada de verte por estos lares. Sí sí, ya veo que también te gustan esas sensaciones , que gusto que dan y que bien nos sientan. Así también otros bienestares y burbujas, claro
Un beso y un placer

Isa Hernández Gil (Isaura del Valle) dijo...

Son muy necesarios,aunque sólo sea de vez en cuando, este tipo de baños. También con pétalos de rosa, incluso con velitas, y todo lo que nuestra imaginación pueda tener a su alcance real. Y sí, es vitalidad pura lo que aportan para salir a comenzar el día.

Besos.

Anónimo dijo...

Que bonita definicion de tu momento de bienestar.besos.CH.

Isa dijo...

Una gran reflexión y expresada con mucha elegancia querida María.
Pues mira como técnica terapéutica a más de uno le hace falta! jeje

Un abrazo y feliz tarde :)