domingo, 27 de marzo de 2011

Con los ojos cerrados.

Sale el sol, siento el calor en mi cuerpo. El barullo de la calle me acerca al silencio de mi ser. Las burbujas de la bañera me acompañan hoy com manzanilla, romero y lavanda. Con los ojos cerrados me sumergo en el agua, ahí donde mi pecho reluce con cicatriz, ahí donde el lapiz dibuja mi equilibrio. No tengo goma que la borre, ni quiero, forma ya parte de mi vida. Con los ojos cerrados busco mis virutas perfumadas que junto a mi blonda terciopelada sacian mi cuerpo, y me predisponen a acercarme a los dioses . Hoy salgo de nuevo a compartir mis emociones, aquellas que son mias y salen solo de mi misma, escuchando y comprendiendo las de los demás y por mi parte, sin petulancia.

domingo, 20 de marzo de 2011

El pañuelo Rojo

Con el pañuelo rojo mi voz temblorosa de timidez queda abrigada con su textura, acaricia mis sentimientos y disfraza mi alma con su color.
En el espejo ilumina mi mirada triste y consigue rellenar mis labios de rojo carmín.
Despierta mis lujurias, da imaginación a mis sentidos y color a mis deseos.
Me arropa de dulces miradas y me deja desnuda ante miradas desoladas.
Me duermo con su compañia y viaja mi deseo de amor.

Fotografía Mía

domingo, 13 de marzo de 2011

Lluvia y Sol.

Ayer llovía a mares y hoy deslumbra el Sol. Cómo cambia el tiempo, dicen que después de la tormenta siempre llega la calma. Pues parece que si, sino dificilmente se entiende este paso tan brusco del tiempo de lluvia a sol. Algo mágico que nos brinda la naturaleza y que condiciona nuestro ser, estar y sentir.

Como los cambios  que podemos sentir en nuestro interior: tristeza, lluvia en el alma, y llegar a encontrar también  alegría y brillar como el sol.  La lluvia y el sol  forman nuestros días, rellenan nuestra alma y son necesarios para vivir. Cada cual elige el tiempo con el que se identifica más, a mi me encanta el Sol y sé que cuando ese día se pone llega tan a dentro de mi alma, que me da alas para rellenar mi ser y cura tanto mi tristeza, como mis miedos o alegrias con una capa de luminosidad. El buen  y el mal tiempo están ahí, solo hay que aprender a sacar el mejor traje con cual vestirse, acompañados con abalorios, paraguas o sombrero pero siempre con el alma llena de luz. Para mi esto es aprender de mis emociones, lluvia y sol.

Quizá por ello me paré aquí en busca del tiempo y a rellenar mi locura
Fotografía Mía

miércoles, 9 de marzo de 2011

Rojo carmin

Cómo consiguió ella centrarse y tirar a diana. Acertar con su dardo y dar hondo. Clavó en el centro, allà donde dicen que hay premio. No le gustaban a él los juegos bélicos, quizá a ella tampoco pero puso todas sus sutilezas en juego y pese a su ceguera lo clavó en el centro mismo, en el rojo carmin del circulo.  Ganar y fin del juego. Cuando se llega a  diana no hay más que ganar. Juntos marchan en busca de otro acertar. El tiempo que uno gana es tiempo que rie a los dioses, de eso se trataba.

Yo mientras tanto, pintaba mis cuadros con arcoiris y jamás jugué a dardos. No es lo mio.
Hoy y ya hasta aquí, monto mi nuevo juego más acorde con mi Ser y me pinto los labios de rojo carmin.

fotografía Mía

sábado, 5 de marzo de 2011

Kilómetro Cero

Con gorra, guantes y bufanda me monto mi ruta, dispuesta también a llevar mapa cojo mi bolso rojo, grande y hondo. Camara en el bolsillo y lista para disparar hacia el rincón del paisaje que llene mis pupilas.
Llego a destino: metro Sol, y descubrir la magnitud de la Plaza del Sol me deja deslumbrada pese a la niebla. Me acerco al kilómetro Cero, lo piso, y suspiro el recuerdo de alguien a quien encontré aquí años atrás , su olor me atrapa, persiste en mi. Delicioso.
Callejear, sin rumbo fijo con los ojos abiertos y donde me llevan mis pasos a descubrir algo bello, diferente, que miro y vivo. Me siento libre, entro compro, como y tomo una copa de vino con ese sabor intenso, que me adormece en el mundo mágico que imagino detrás de mis lujurias. Rebelde
Paso a paso siento la alegría de la gente, me identifico con esa mirada perdida sin prisas, con calma , que va llenando las horas del dia, sin mirar el reloj y con los minutos marcados en instantes.
Una experiencia en soledad, vivida sin sentirme sola y si acompañada del Sol, lejos del frio. Un dia intenso de ida y vuelta, de sueño deseado y cumplido, lleno de pequeñas esencias que han enriquecido mi alma.

fotografía Mía